Por fin... CUBA

Años y años planificando mi fabuloso viaje a Cuba, pero nunca se me daba. No podía quejarme del 2007 en cuanto a viajes. Fui a Orlando, Miami, Washington D.C., Maryland, Virginia y hasta tuve la oportunidad de viajar a Colombia. Pero nunca Cuba.

El 31 de diciembre de 2007, recibí una oferta genial de parte de un amigo cubano: "vamonos para Cuba pasado mañana, cinco días". Ni tengo que decir cuál fue mi respuesta. El día 2 de enero estaba montado en mi avión, sin poder creer que iba a conocer a Cuba. "Señor, que no se caiga este avión... cualquier cosa que sea en el viaje de regreso", jajaja, no, esa no fue mi oración pero parecida. Y al fin llegué a La Habana.

Tantas historias escuchadas, tantas películas, documentales, anécdotas y cuentos sobre este país habían despertado una curiosidad inmensa por conocerle. Los edificios viejos, los carros antiguos, la gente chula con su cantadito sin igual al hablar, los monumentos... "Wao! Estoy en Cuba!", era lo único que pensaba. Mi amigo estaba feliz de que yo estuviera tan contento por visitar su país. "Qué bueno que estés tan emocionado, pero créeme que no te irás de aquí así", me aseguró.

Efectivamente. Vine satisfecho de haber alcanzado mi sueño de ir a Cuba. Pero ahora no sé que hacer con este sueño luego de haber conocido un país sin libertad, abusado, reprimido, limitado, castigado, destinado a ser lo que otros quieren que sea. Después de haber comprobado personalmente las muchas anécdotas e historias que había escuchado. Luego de conocer y encariñarme con tantas personas lindas, sin poder darle siquiera la esperanza de que todo va a cambiar.

Hoy valoro más a mi país y doy gracias a Dios por el sacrificio de tantos hombres valientes que lucharon para que hoy gocemos de una plena libertad. Ojalá me alcance la vida para ver ese momento en que exista realmente un Cuba libre.

Dios te bendiga y te guarde Cuba hermosa. Nos veremos pronto.