Después de la tormenta...

Dice un dicho que "después de la tormenta viene la calma". Aunque suena muy hermoso y alentador, lo considero un poco vago e incompleto. La calma viene luego de que los efectos de la tormenta son enfrentados y vencidos.

El paso de Noel por la República Dominicana es un hecho que ha marcado la historia de este país, tanto por la forma en que penetró a la isla (vestido de vaguada y burlando incluso a las autoridades de meteorología), las vidas humanas que se llevó, las viviendas que arrasó junto con un sinnúmero de bienes materiales, asi también como por los cultivos dañados.

Buscar culpables es algo tonto. La naturaleza es impredescible y ni aún los más recientes avances de la tecnología podrán controlarla. Lo inteligente en este caso es utilizar este sentimiento de solidaridad que como un manto nos ha cubierto a todos los quisqueyanos y decir: "aquí estoy, quiero aportar mi ayuda".

Hay muchas formas de ayudar. Ponte en contacto con alguna fundación o iglesia cercana a ti e informate de qué cosas podrías hacer o aportar para los operativos que se están llevando a cabo a nivel nacional en ayuda a los más afectados.

No le dejemos todo al Gobierno, hagamos algo. Esta patria es de todos.

Escuché de un pastor evangélico un mejor dicho: "todo David necesita enfrentar un Goliat para ser Rey". ¿Nos consideramos nosotros como país un David? Cuando tengamos la corona, entonces llegará la calma.